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miércoles, 24 de diciembre de 2014

Tregua de Navidad



25 de diciembre de 1914





En el principio de lo que se convertiría en una de las mayores carnicerías bélicas de la historia, un grupo de soldados no olvidaron lo que significan los valores de la humanidad y que siempre deberíamos recordar.




Feliz Navidad!


Notas de producción:

Anuncio navideño de la cadena de supermercados Sainsbury’s.

lunes, 30 de septiembre de 2013

Memoria de Arnhem



El 17 de septiembre de 1944 los holandeses observaron cómo se desplegaba sobre sus cabezas la mayor operación aerotransportada de la historia. El 1er Ejército Aerotransportado aliado estaba saltando sobre Holanda para liberar el país de la ocupación alemana. Pero la rápida reacción alemana impidió que las fuerzas de la 1ª División Aerotransportada británica que no habían podido consolidar la capturar del puente sobre el Rin en Arnhem, quedaran copadas en el pueblo residencial de Oosterbeek. Cercados alrededor de algunas casas particulares y hoteles, con el Hartenstein, que se convirtió en el cuartel general de la división, el 25 de septiembre se ordenó a las fuerzas aliadas cruzar a la orilla sur del río Rin y evacuar Oosterbeek. Ahora, el hotel Hartenstein es un lugar tranquilo, un museo dedicado a la memoria de aquellos que lucharon y murieron en aquel lugar y que habían llegado para liberar a Holanda.

Durante la batalla se calcula que el número de bajas entre la población de Arnhem y Oosterbeek fue de 500 civiles. Tras la batalla los alemanes evacuaron la zona y como represalia por la huelga de los trabajadores de los ferrocarriles, se prohibió el transporte de alimentos, lo que provocó que cerca de 20.000 holandeses murieran de hambre durante el invierno de 1944-45. Por lo que es posible que la cifra real de bajas civiles en la región de Gelderland fuera mucho mayor. A pesar de eso, muchos soldados británicos y polacos que habían quedado aislados fueron ocultados, en algunos casos cuidando de sus heridas, hasta poder enviarlos al sur, a la libertad.

Con las armas ya silenciadas, en el verano de 1945 los veteranos de la batalla regresaron a Arnhem, en cuyo cementerio un millar de niños colocaban flores en las tumbas de los caídos. En 1965, 25 años después de la guerra, desde las autoridades militares británicas sugirieron a las organizaciones holandesas en no prolongar esta ceremonia anual, pero estos se opusieron a la idea y en el día de hoy se sigue honrando a los caídos por las jóvenes generaciones de gelderlandeses.


En 1994, cincuenta años después de la batalla, en agradecimiento a aquellos civiles y resistentes holandeses que arriesgaron sus vidas para proteger a los soldados aliados rezagados, se alzó en la entrada del ‘Museo Aerotransportado de Hartenstein’ un monumento en honor, de no de los liberadores, sino de los liberados.

Ll. C. H.

Al pueblo de Gelderland; hace cincuenta años, tropas aerotransportadas británicas y polacas lucharon contra abrumadoras circunstancias para abrir el camino hacia Alemania y anticipar el fin de la guerra. Trajimos muerte y destrucción, por las cuales ustedes nunca nos han culpado. Este monumento señala nuestra admiración por su gran valentía, y recuerda especialmente a las mujeres que atendieron a nuestros heridos. En el largo invierno que siguió, ustedes y sus familias corrieron riesgo de muerte por esconder a soldados aliados que esperaban ser llevados a lugar seguro por la Resistencia.

Nos ocultaron entonces en sus hogares como fugitivos y como amigos os llevaremos siempre en nuestros corazones. Este fuerte vínculo continuará mucho después de habernos ido.