El 17 de septiembre de 1944 los holandeses observaron
cómo se desplegaba sobre sus cabezas la mayor operación aerotransportada de la
historia. El 1er Ejército Aerotransportado aliado estaba saltando sobre Holanda
para liberar el país de la ocupación alemana. Pero la rápida reacción alemana impidió
que las fuerzas de la 1ª División Aerotransportada británica que no habían
podido consolidar la capturar del puente sobre el Rin en Arnhem, quedaran
copadas en el pueblo residencial de Oosterbeek. Cercados alrededor de algunas
casas particulares y hoteles, con el Hartenstein, que se convirtió en el
cuartel general de la división, el 25 de septiembre se ordenó a las fuerzas aliadas
cruzar a la orilla sur del río Rin y evacuar Oosterbeek. Ahora, el hotel Hartenstein
es un lugar tranquilo, un museo dedicado a la memoria de aquellos que lucharon
y murieron en aquel lugar y que habían llegado para liberar a Holanda.
Durante la batalla se calcula que el número de bajas
entre la población de Arnhem y Oosterbeek fue de 500 civiles. Tras la batalla
los alemanes evacuaron la zona y como represalia por la huelga de los
trabajadores de los ferrocarriles, se prohibió el transporte de alimentos, lo
que provocó que cerca de 20.000 holandeses murieran de hambre durante el
invierno de 1944-45. Por lo que es posible que la cifra real de bajas civiles
en la región de Gelderland fuera mucho mayor. A pesar de eso, muchos soldados
británicos y polacos que habían quedado aislados fueron ocultados, en algunos
casos cuidando de sus heridas, hasta poder enviarlos al sur, a la libertad.
Con las armas ya silenciadas, en el verano de 1945 los
veteranos de la batalla regresaron a Arnhem, en cuyo cementerio un millar de
niños colocaban flores en las tumbas de los caídos. En 1965, 25 años después de
la guerra, desde las autoridades militares británicas sugirieron a las
organizaciones holandesas en no prolongar esta ceremonia anual, pero estos se
opusieron a la idea y en el día de hoy se sigue honrando a los caídos por las jóvenes
generaciones de gelderlandeses.
En 1994, cincuenta años después de la batalla, en
agradecimiento a aquellos civiles y resistentes holandeses que arriesgaron sus
vidas para proteger a los soldados aliados rezagados, se alzó en la entrada del
‘Museo Aerotransportado de Hartenstein’ un monumento en honor, de no de los
liberadores, sino de los liberados.
Ll. C. H.
Al pueblo de Gelderland; hace cincuenta años, tropas aerotransportadas
británicas y polacas lucharon contra abrumadoras circunstancias para abrir el
camino hacia Alemania y anticipar el fin de la guerra. Trajimos muerte y
destrucción, por las cuales ustedes nunca nos han culpado. Este monumento señala
nuestra admiración por su gran valentía, y recuerda especialmente a las mujeres
que atendieron a nuestros heridos. En el largo invierno que siguió, ustedes y
sus familias corrieron riesgo de muerte por esconder a soldados aliados que
esperaban ser llevados a lugar seguro por la Resistencia.
Nos ocultaron entonces en sus hogares como fugitivos y como amigos os
llevaremos siempre en nuestros corazones. Este fuerte vínculo continuará mucho
después de habernos ido.
Excelente Entrada. Como todas las de este exquisito Blog. Un pequeño detalle: en 1965 serian 20 años despues de la guerra ? Saludos desde Corrientes (Argentina) !!!
ResponderEliminarGracias Felix por tu comentario, sobre todo viniendo desde Allende los Mares. Estos últimos meses no he podido actualizar el blog, estaba liado con otros proyectos, pero ahora retomaré su publicación.
EliminarY cierto, son 20 años desde 1945 a 1965… pequeño lapsus.
Un fuerte saludo