El campo español

A aquel campo de concentración, designado como “Grado III”
estaba destinado para los “enemigos políticos incorregibles del Reich” lo que
equivalía al extermino de sus internos por medio del trabajo y los malos
tratos. En agosto de 1940 llegaron los primeros prisioneros de origen español,
repudiados por el gobierno fascista del general Franco, los nazis los iban a
usar como mano de obra esclava. En total alrededor de 7.300 internos llevarían
la S de “Spanier” en los triángulos de
sus uniformes, para 1945 los supervivientes republicanos se formaban parte de
la organización clandestina de los presos del campo.
Testimonio de Ramiro Santisteban, prisionero en
Mauthausen:
Después
el trabajo era subir piedra de la cantera. Era un sargento que mandaba, con el
cabo, el cabo mandaba para bajo las órdenes del sargento que nos acompañaba. De
la cantera al campo. Y siendo un poco tolerante nos dejaba ir al paso para
bajar. Si era un verdadero asesino, una vez que habías descargado la piedra,
corriendo abajo. Si por casualidad querías hacer el vivo y coger una pequeña
piedra, ahí se te caía el pelo porque llamaba a 2 cabos, les hacía coger una
piedra y te la ponían en el hombro. Y ahora sube los 186 escaleras. Cuando
llegaban esos aso era raro que el pobre que el ponían la piedra llegada a
arriba. Si la piedra caía, imaginaros lo que representaba para una columna que
viene detrás, la piedra dando botes. La mayoría se van por el suelo. Y esto era
el transporte. Si no esperaban ningún transporte podía durar quizás un mes ese
trabajo. Si esperaban otro ya lo cortaban para que el otro grupo cogiera el
relevo. Y después de haber pasado esta cuarentena podías trabajar en la cantera
o en la carretera, esa que hoy sube el campo. Esa no existía, era un camino.
Para mí ha sido el primer trabajo, esa carretera, fuimos los españoles quienes
la hicimos.
Y
después todos los trabajos para la construcción del campo. Albañiles,
carpinteros. Si, porque tenías oficio, caías en un grupo de especialistas podía
tener suerte y de vez en cuando te daban un poco, un cazo más de rancho. No por
hacerte bien, sino porque les convenía conservar ese especialista para el
trabajo que necesitaban. Los SS lo tenían todo bien calculado. Sabían que un
preso en Mauthausen sin maltratarle, sólo con el trabajo y la comida que le
daban, no aguantaba tres meses. Sin maltratarle.
(Pág. 163)
(…)
Nos encontramos solos, perdidos. Pero en fin, ya habíamos sufrido la guerra de
España y los campos en Francia y podíamos aguantar más que los demás.
Otra
cosa que tengo también a señalar, que ha sido la única nacionalidad, los
españoles, que cuando murió el primer español pedimos permiso al jefe de
barraca para hacer un minuto de silencio. Lo pensó un poco el jefe. Echó una
carcajada y dijo «¿Y por qué no?» Y ha sido la única nacionalidad en el campo
que se hizo un minuto de silencio. Esto lo hicimos varias veces pero inmediatamente
fue imposible. Ya no era uno el que moría. Eran decenas por día. Y ya lo
dejamos. Pero hemos dejado un recuerdo en el campo. Los franceses cuando hablan
de los españoles de los campos de Mauthausen o escriben libros con mucha
frecuencia, emplean las palabras de Mauthausen, el campo de los españoles.
Porque poco a poco logramos buenos puestos. Y al final de la guerra podemos
decir que eran los españoles los que mandaban en el interior del campo de los presos. Para nosotros un orgullo. Los
españoles se han comportado bien. Y éramos apreciados por todas las
nacionalidades del campo. Por eso, porque veían una cosa que no existían en
otras nacionalidades. Yo siempre he dicho que es el resultado de la guerra de
España, los campos en Francia. Eso había creado entre nosotros una cierta
hermandad. Cuando veías un muerto lo primero que mirábamos era el triángulo.
Estábamos tan acostumbrados a la muerte que no nos hacía ninguna sensación. Por
eso mirábamos el triángulo. Si era un triángulo azul lo sentíamos. Si era
francés no. Si era alemán o ruso, tampoco, ya no le dábamos importancia a la
vida para nada.
(Pág. 164-165)
Libro: Historias de
los españoles en la II Guerra Mundial
Autor: Alfonso
Domingo
Editorial: Editorial Almuzara
(Bolsillo 2011)
Esa fué la primera tomadura de pelo a los Españoles antifascistas, que le iba a jugar la Historia....y los que dirijen la Historia.....
ResponderEliminarNo es cuestión de tomaduras de pelo, sino de hechos y testimonios vividos. La intervención española en la 2ª Guerra Mundial no solo fue por parte de los fascistas de la División Azul, y la crueldad nazi contra sus enemigos es uno de esos hechos históricos y fue sufrida por millones de seres de decenas de naciones.
EliminarNo sé quién dirige la historia, probablemente nadie tiene el poder de hacerlo, pero sí de usar los hechos para beneficio propio si se tiene suficiente influencia.
El imperio sólo quiere que lloremos a los judios.
ResponderEliminarLa historia la escriben los vencedores. Gracias a la tecnología actual, podemos no perdernos la verdad, recurso de altísimo valor y escaso reconocimiento hoy en día. Esto es lo que nos hace grandes, en la miseria somos los mejores. Por eso estamos cayendo. Para ser los mejores. Recordadlo cuando tengáis que coger la mano de un desconocido a vuestro lado para luchar juntos como si fuésemos hermanos.
ResponderEliminarHay una incógnita importante en todo esto: ¿Cómo consiguieron hacer una pancarta tan bien hecha, que requeriría de un sistema mecánico de impresión sofisticado, en un campo de concentración donde se morían literalmente de hambre?
ResponderEliminarEsta foto fue propaganda americana...igual que la bandera de Iwo Jima o la soviética en Berlín...
EliminarQuiero decir, una cosa es la entrada al campo y otra es el momento en el que la propaganda americana "adecenta" la escena y hace las fotos...es algo que los yankis tienen muy pensado...su gente solo puede ver la imagen que ellos les den...
Mauthausen era un campo de concentración con talleres y maquinaria usada por la maquinaria industrial de las Waffen-SS. Por tanto es muy probable que existiera una imprenta, así como la falta de comida fue consecuencia del colapso Alemán en 1945.
EliminarSi os interesa esta historia, "El violinista de Mauthausen" es un libro que no os debéis perder
ResponderEliminarNo conozco este libro, tomo nota de su título.
EliminarUn saludo
Interesante artículo.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Kenit,
EliminarUn saludo