La pluma es más fuerte
que al espada
El poder de la palabra frente a las armas y a la barbarie
de la guerra no siempre parece un hecho incuestionable. Contra el humo y las
cenizas, la sangre y las lágrimas surgidas del acero de los tanques o las
bombas de la aviación o la artillería, poco puede hacer la pluma y el papel. Pero
también es cierto que todo tirano teme la crítica, por lo que todo régimen
dictatorial lo primero que hace es aplicar una férrea censura sobre la prensa y
la libertad de expresión con la intención de anular todo pensamiento libre. Y
ese es su Craso error ya que la
verdad y al final la libertad, siempre acabará por surgir y prevalecer. Y los
escritos de Vasili Grossman son un claro ejemplo de la verdad que encierran las
sabias palabras de Edward Bulwer-Lytton “la
pluma es más fuerte que la espada”.
Vasili Groosman:
Un escritor en guerra es el resultado de las notas de Vasili Grossman
que Antony Beevor descubrió durante el trabajo de documentación de su libro Stalingrado, publicado en 1998 (en España lo haría en el 2000 con Memoria Crítica). Para el cual estuvo
consultando los archivos soviéticos, accesibles solamente tras la caída de la
Unión Soviética en 1991. Y fue en el Archivo Estatal Ruso de Literatura y Artes, donde los
encontró Beevor: “Nadie sabía que se
habían conservado, ni cómo llegaron allí, ni cómo sobrevivieron a las pesquisas
de la eficaz investigación de lo servicios secretos de Stalin”.
Aquellos cuadernos, que empiezan el 5 de agosto de 1941,
son las notas de un periodista que trabaja para la Estrella Roja (Krasnaia Zvezda), el periódico del
Ejército Rojo, y fueron escritos durante los más de 3000 días que Grossman
estuvo en el frente (casi 3 años de los 4 que duró la guerra). Grossman anotaba sus
crudas y directas vivencias, los sucesos de los que su mirada era testigo y los
testimonios de los presenciaron la cruda guerra. Algunas las utilizaría para
sus artículos y relatos publicados durante la contienda, otras, las más
descarnadas, serían su inspiración para su obra maestra: Vida y Destino (Galaxia
Gutenberg, 2007).
Lo más importante de estos es que están escritos sin
ningún tipo de censura, eran lo que veía y sentía aquel novelista de gafas
redondas, que fue testigo de una de las más brutales y devastadoras guerras en que
ha generado el hombre. "Si la NKVD
los hubiera leído le habrían enviado inmediatamente a un campo del Gulag"
indica Beevor en la introducción del libro.
"Son muy
pequeños", explicó Beevor, "llenos
de apuntes escritos con una letra menuda. Cuando Luba y yo los descubrimos,
quedamos fascinados por la cantidad de información que contienen sobre lo que
ocurrió en el frente, sobre cómo vivieron la guerra quienes la hicieron y
quienes la padecieron". Describiéndolo como un “observador más perspicaz y honesto”, capaz de narrar “la brutal verdad de la guerra sin olvidar
el valor moral y físico”.
"A las
autoridades soviéticas les interesaba que fueran escritores, y no sólo
periodistas, los que informaran sobre lo que ocurría en los campos de batalla.
Enviaron a Grossman, a Ehrenburg, a Simonov... ". Continua Beevor y es
en ese marco es donde aparece la figura de Vasili Grossman, no solo es un
periodista, sino que es un escritor que empuña la pluma ante de agresión nazi. Siendo
un testigo excepcional, no solo por estar en el frente, junto a los soldados de
a pie, sino por que a la hora de describir todo lo que ocurría a su alrededor,
usa su ingenio intelectual de manera tal que eleva las meras notas para sus
artículos a pura literatura. Haciendo que sea una lectura imprescindible para
cualquier aficionado a la Segunda Guerra Mundial que quiera acercarse a lo que
ocurría y vivía el soldado de la trinchera y en este caso del soldado soviético.
La obra:
Antony Beevor y Luba Vinogradova (colaboradora habitual
de Beevor) intercalan las anotaciones de Grossman, junto a cartas personales y
artículos del periodista, con una aproximación a los acontecimientos militares
que están devastando la Unión Soviética. Lo que permite al lector tener una
visión amplia y situar las circunstancias que rodean a Grossman en sus estancias
en el frente de manera detallada y específica.
Aunque en ocasiones la parte del texto usada para situar
las circunstancias que rodean al periodista, quitan protagonismo a las propias
notas de Grossman, sobre todo en la parte de la batalla de Stalingrado, que
obviamente Beevor conoce tan bien.
La edición:
Solo puede considerarse como magnífica. En primer lugar la
traducción de Juanmari Madariaga es fluida y deja muchos términos en su ruso y
alemán a lo largo del texto. Lo que personalmente aprecio mucho al mantener la esencia del término,
considerándolo más evocador y fiel a los términos originales.
Además hay gran cantidad de notas a pie de página con datos
biográficos de las personas citadas, lo que ayuda a situarse en el entorno y el
contexto del momento. Así como otras más técnicas sobre equipos y armas, lo que
sirve de gran ayuda a los lectores que no sean aficionados a estos temas. Esto
es de agradecer y permite situar a Grossman dentro de un amplio contexto sin
que el texto resulte cargante. Mientras que demuestra la cuidadosa edición
hecha por Crítica de este libro.
Finalmente Un
escritor en guerra tiene una característica algo diferente en este tipo de publicaciones.
Al contrario que la mayoría, sus fotografías no están situadas en la parte
central o agrupadas en páginas de mayor calidad, obligando al lector a
interrumpirse para buscar el apoyo gráfico para situarlo en el texto. Sino que estas
están repartidas a lo largo de todo el libro, lo que permiten tener la
sensación que le están acompañando mientras avanza en el relato que nos hace
Grossman de la Gran Guerra Patriótica.
Tal vez se pierda algo de calidad, pero de esta manera uno tiene la sensación de
encontrarse junto a Grossman a medida que va tomando notas en sus cuadernos,
viendo, de alguna manera, lo mismo que aquel observador excepcional podía haber
visto con sus propios ojos.
Aproximación
personal:
Mi historia con este magnífico libro es peculiar y le guardo
un recuerdo especial. Cuando empecé a verlo en las estanterías de las
librerías, allá por 2006, he de confesar que no me despertó ningún interés.
Conocía bien a Antony Beevor y para entonces ya había leído (ávidamente todo
hay que decir) Stalingrado (2000), Berlín. La caída: 1945 (2002), La batalla de Creta (2003) o La Guerra Civil Española (2005), y ya
era uno de los historiadores cuyo trabajo más valoraba. Aun así el tema, que no
versaba sobre una batalla o campaña específica, no me atraía.
Pero en una de mis incursiones a la biblioteca, donde
aquella vez no había nada interesante, decidí coger aquel libro cuya portada
contenía unos soldados rusos saltando sobre una trinchera. Nada más empezar a
leer sus páginas supe que había encontrado uno de esos libros llenos de magia.
No uso esa palabra a la ligera, la literatura tiene la capacidad de transformar
a las personas y Un escritor en guerra
es uno de esos libros. Poco a poco fui descubriendo, a través de sus escritos,
a un hombre extraordinario: a Vasili Grossman. Gracias a su prosa, en ocasiones
escrita tras un agotador día y por tanto improvisada, era capaz de transmitir
los sentimientos y sensaciones de hombres y mujeres que habían vivido sesenta
años antes.
Antes de terminar de leer aquel ejemplar ya lo había adquirido
para tenerlo en casa y lo he repasado varias veces desde entonces. Cuando unos
meses después Galaxia Gutenberg editó Vida y Destino no dudé en comprarlo y descubrí
una de las novelas más impresionantes que he tenido nunca en mis manos,
pudiendo comprobar como Grossman había usado las notas que había leído en Un escritor en guerra, para crear a sus
inolvidables personajes. Y comprender que aquella no era una obra de ficción al
uso, ni mucho menos propagandística, ya que muchas de aquellos acontecimientos
habían sido presenciados por el propio Grossman durante sus años de periodista del
Estrella Roja.
Por lo que tengo que agradecerle a Antony Beevor que me
hiciera descubrir a Vasili Grossman y su obra.
Título: Un
escritor en guerra: Vasili Grossman en el Ejército Rojo, 1941-1945
Título original: A writer at war. Vasily Grossman with the Red
Army 1941-1945
Autores: Antony Beevor & Luba Vinogradova
Año: 2005
Editorial: Crítica,
2005
Colección: Memoria
Crítica
Páginas: 479
ISBN:
978-84-8432-744-8
Puntuación: 5 (sobre 5)
Puntuación: 5 (sobre 5)
¡Buen trabajo, Llorenç! Enhorabuena por la reseña y mucha suerte con este recién nacido "Libros en Guerra".
ResponderEliminarA mi Beevor me encanta, pero precisamente este es uno de los pocos libros suyos que me quedan por leer. Hace poco le eché un vistazo en la FNAC y leí algunas páginas y tenía una pinta increíble, así que a ver si me hago con él, de uno u otro modo.
De Grossman he leído poco, pero su prosa es realmente genial. Hace poco acabé "Años de Guerra" y me encantó. "Vida y Destino", lo empecé y lo tengo a mitad, desde hace ni se sabe, por falta de tiempo.
Aquí tienes un fiel seguidor de tu blog, a la espera de sucesivas reseñas. Nos leemos!
Saludos!!
¡¡Muchas gracias!!!
ResponderEliminarMe alegro que te gustara mi pequeño blog, lo actualizaré cada semana, o por lo menos esa es la idea. Y si te gusta Grossman este es un gran libro. A mi me gustó más "Vida y destino" que "Años de guerra". En todo caso los tengo pendientes para hacer la reseña.
¡¡Un fuerte saludo!!